Es cierto que a día de hoy no podemos ni tan siquiera imaginar el fin de la pandemia, y la incertidumbre al respecto sigue siendo todavía muy alta, además de la aparición de nuevas variantes del virus, como es la que últimamente nos ocupa: Ómicron
También es cierto que hay muchas cosas que no sabemos de ómicron y no podemos preveer cómo evolucionará el virus.
La situación incluso puede empeorar, pero también podemos darnos el lujo de dar algunas buenas noticias que hagan ser mínimamente optimistas.
Vamos a empezar el año dando 5 buenas noticias sobre la variante Ómicron
1. Se está hablando últimamente de que la infección por ómicron, tiene mucho menor riesgo de hospitalización y fallecimiento.
De que supone un menor riesgo de hospitalización, se van teniendo cada vez más evidencias, de hecho los primeros análisis que llegan de Sudáfrica indican un riesgo reducido de hospitalización entre las personas que se infectaron con la variante ómicron comparado con las que se infectaron con otras variantes, en el mismo período de tiempo.
Por si fuera poco, una vez hospitalizadas, las personas infectadas con la variante tenían un menor riesgo de complicaciones y enfermedad grave comparado con las personas infectadas por delta. También dicen los expertos que es posible que en parte esta reducción se deba a una alta inmunidad de la población.
En otros países empieza también a ser evidente que hay menos infectados por ómicron entre el número de pacientes que entran en UCI y fallecen por covid-19, aunque todavía sea difícil decir si la nueva variante es menos virulenta o si es efecto de la inmunidad de la población, por infecciones previas y/o vacunas. Por ejemplo, en Sudáfrica se notifica un 65 % menos de hospitalizaciones; en Inglaterra, un 40 %; y en Escocia, un 60 %.
Un informe del Imperial College de Londres dice que las personas que se contagian de ómicron tienen una menor probabilidad de necesitar atención hospitalaria en comparación con la variante delta.
La Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido, en su informe de evaluación de riesgos para Ómicron, ya califica de «riesgo relativo moderado» la probabilidad de hospitalización por ómicron, comparado con delta, aunque todavía no hay datos sobre la gravedad una vez en el hospital o la mortalidad).
2. En algunos países los casos caen abruptamente.
En Noruega, Alemania, Bélgica, Sudáfrica, Holanda o Austria ya ha comenzado a caer en picado el número de casos. Es posible que en varios de estos países se mezclen el efecto de delta y ómicron. Algunos de ellos, también llevaban varias semanas con restricciones.
Pero fijándonos en Sudáfrica, donde el efecto de ómicron parece ser ha sido más evidente, se dispararon los casos exponencialmente y según vemos, la caída también parece ser muy rápida. Algunos sugieren unas cuatro-cinco semanas de subida hasta llegar al máximo y otro tanto de bajada.
3. Otra buena nueva es que las vacunas protegen frente a ómicron.
Se ha podido observar que las personas con dos dosis, aunque hayan perdido parte de la protección frente a la infección, permanecen protegidas frente a la hospitalización.
Esto sucede, probablemente, porque la mayoría de las vacunas proporcionan una respuesta celular que no se ve afectada por esta variante. También se ha de demostrado que una tercera dosis de las vacunas ARN mensajero tienen una gran capacidad neutralizante contra la variante ómicron.
Aparte de todo esto, ya se está trabajando en el desarrollo de nuevas vacunas universales contra el SARS-CoV-2 y todas sus variantes, incluida ómicron.
4. Ya existen fármacos eficaces contra ómicron.
La prestigiosa revista Science presenta en su portada Paxlovid, un nuevo antiviral oral, inhibidor de la proteasa viral, con una capacidad de disminuir el riesgo de covid-19 grave en más de un 90 %. Este medicamento antiviral ya ha sido aprobado por la FDA.
Concretamente, el Paxlovid es un inhibidor de una de las proteasas del SARS-CoV-2, la denominada 3CL. Este tratamiento se combina con otro inhibidor de las proteasas, el Ritonavir, ya empleado contra el VIH.
Puesto que la variante ómicron no tiene mutaciones en esas proteínas, diana de Paxlovid, es muy probable que este fármaco sea igualmente eficaz con la nueva variante en la vida real. Al menos, según ha informado Pfizer, los ensayos in vitro llevados a cabo así lo demuestran.
Aún hay más, el anticuerpo monoclonal Sotrovimab, de la empresa GSK, también se muestra eficaz contra ómicron. Es un anticuerpo que se une a una zona concreta (epítopo) en el SARS-CoV-2 compartida con el SARS-CoV-1, el virus que causa el SARS, lo que indica que ese epítopo está muy conservado. Este hecho dificulta que se puedan desarrollar resistencias en las nuevas variantes.
El Remdesivir, un inhibidor de la ARN polimerasa viral, se presenta como otro antiviral que en pacientes no hospitalizados con síntomas covid-19 proporcionando un 87 % menos de riesgo de hospitalización o muerte que el placebo. Gilead, el fabricante de Remdesivir, ha analizado la información genética de ómicron y no ha encontrado mutaciones que afecten al objetivo de este fármaco, por lo que es muy posible que este antiviral siga siendo activo contra esta variante.
Hasta la fecha, la efectividad antiviral de Remdesivir ha sido confirmada in vitro contra todas las otras variantes del SARS-CoV-2, incluyendo alfa, beta, gamma, delta y épsilon.
5. Ómicron infecta menos las células pulmonares.
Y lo hace, al menos en modelos celulares y pruebas en hámsteres. Es cierto que no tenemos el dato en humanos, pero hay varios trabajos preliminares que apuntan a que la variante ómicron se multiplica peor en células pulmonares, lo que podría ser indicativo de su menor virulencia, aunque no se ha comprobado qué ocurriría en otros órganos.
Aunque seguimos teniendo una situación muy delicada, sobre todo por el desmesurado aumento de casos que están colapsando el sistema sanitario. Podemos ser un poco optimistas, puesto que si antes 1 de cada 100 casos acababa en el hospital, ahora, gracias a las vacunas, son 1 de cada 1.000, pero si aumenta de manera exponencial el número de casos, las hospitalizaciones también aumentarán y colapsará el sistema, como ya estamos viendo. Por eso tenemos que ser muy cautos.
De todas formas, estas noticias, aunque preliminares, son buenas noticias y nos permiten seguir siendo optimistas. 2020 fue el año del virus, 2021 el de las vacunas de ARN mensajero y ojalá 2022 marque el comienzo del fin de la pandemia.